Sabías que los momentos vinculados con instantes de celebración son los que se recuerdan durante más tiempo, es por eso que para una empresa festejar un aniversario es sinónimo de «dejar huella». Organizar un aniversario empresarial es una experiencia singular porque nos permite ser parte de logros, éxitos y desafíos. Los eventos corporativos son importantes pues dan visibilidad y mejoran el prestigio de una empresa o marca, para lograr captar nuevos clientes o fidelizar a los que se tienen.
En el caso del aniversario de una empresa, posiciona a la misma por su experiencia, aporte e historia, genera publicidad positiva además de fortalecer su identidad. El desafío al organizar un evento de estas características se traduce en generar experiencias memorables, sabores, sensaciones y emociones que perduran en el tiempo. El primer paso es tener claro el concepto del evento, ¿Qué queremos lograr? ¿Cuál es el objetivo?
Dentro de la planificación es importante fijar la fecha y horario con anticipación. Para la celebración será imprescindible encontrar el lugar o escenario ideal, si es en interiores, o en exteriores, jardines, si será cena o cóctel, detalles que harán la diferencia. Definir el presupuesto es fundamental porque nos permitirá programar y diseñar de la mejor manera el evento.
Algo que se debe considerar es que el acto no debe ser muy largo, por el contrario, será necesario concentrarnos en la esencia de lo que ha sido la historia de la empresa o institución, sus logros, dificultades y desafíos. Es en este momento donde nuevamente, lo emotivo y lo simbólico juegan un papel significativo.
Celebrar un aniversario se constituye en un momento de gratitud, felicidad, satisfacción, es revivir juntos una experiencia, un suceso. Para quien organiza, simplemente, es un «privilegio», poder ser parte de estos instantes que todo el mundo recordará.
