La planificación y producción de eventos, a menudo se percibe como una tarea emocionante y llena de alegría. Sin embargo, para los que trabajamos en la industria de eventos, sabemos que detrás de cada celebración hay una cantidad significativa de estrés y desafíos.
La presión de satisfacer las expectativas del cliente es muy alta y la diferenciación que tenemos que lograr entre un evento y el otro es una tarea muy compleja; la clave es la comunicación fluida para asegurarnos de hacer un insight con las personas que confían en nuestro equipo, ya que la competencia comunicativa que debemos tener es transversal en nuestro trabajo.
Los eventos dependen de la atención a los detalles, esto significa que debemos preocuparnos por cada aspecto que forma parte de la gestión de la celebración. La cantidad de pequeñas decisiones que debemos tomar puede ser agotadora, pero para manejar esta situación, debemos estar dispuestos a hacer frente a cambios de último minuto.
El tiempo es un recurso crítico, la gestión efectiva del tiempo, el estrés y la capacidad de priorizar tareas son habilidades esenciales; también es importante estar preparado para imprevistos y retrasos.
La planificación de eventos a menudo implica largas horas de trabajo, especialmente durante las temporadas altas; esto puede afectar nuestra vida personal, familiar y social.
Si quieres ponerte en contacto conmigo escríbenos: